El blog literario con menos reseñas

¡Feliz lunes confidentes!
Vaya fin de semana de tiempo loco que hemos pasado en Barcelona, el sábado por la mañana te morías de calor y a las 3 horas tormentón con relámpagos incluidos que aventuraba el fin del mundo, pero... no! Al poco rato otra vez sol radiante. Y el domingo solazo de verano casi y yo con miedo mirando al cielo para que no volviese la tormenta tonta del día anterior. Pero lo más importante, fin de semana de relax para mí que es lo que necesitaba.
La semana pasada os dije que os explicaría porqué el número de reseñas es tan bajo en mi blog, pues bien, aquí me tenéis dispuesta a confesarme. Y para ello os voy a explicar un poco por encima, mejor no entrar en detalles escabrosos, mi día a día semanal.

Mi despertador suena a las 8 más o menos, pero últimamente tardo en desperezarme mínimo media hora. Es entonces cuando me visto e intento hacer algo decente con mi cara y mis pelos (porque yo no me levanto maquillada y peinada como en las películas, sino que tengo legañas y pelos de loca como todo el mundo).

Entonces llega el primer paseo de la jornada con Noa, que como yo quería un perro grande, necesita que sea de aproximadamente tres cuartos de hora, minuto arriba minuto abajo. Cuando llego a casa desayuno y me pongo con las tareas propias de alguien que se ha independizado y echa mucho de menos a su madre en esos momentos: hago la cama, paso la mopa, recojo el piso... Ya nos plantamos en las 10:30 o 10:45 más o menos. Aprovecho para ducharme y sentarme un rato a trastear con el móvil, visitar vuestros blogs y leer.

A las 11:30 como muy tarde me pongo a preparar la comida del medio día (soy de esa gran cantidad de gente que entre semana vive a base de tuppers) y las 12:15 aproximadamente ya estoy con Noa en el ascensor de camino a la calle a por su segundo paseo del día, esta vez uno rápido que a las 12:35 ya vamos de camino al trabajo.

De 13:00 a 21:00 estoy delante del ordenador en el trabajo con la radio puesta intentando que el reloj avance lo más rápido posible para volver a casa. (como podéis ver me apasiona mi trabajo...)

De 21:45 a 22:30 llega el tercer y último paseo del día para que Noa haga ejercicio, olisquee lo que le plazca y se pare a saludar a todos y cada uno de los perros que se encuentra a su paso, sin excepción alguna. Al llegar a casa hay que hacer la cena y cenar, así que hasta las 23:30 aproximadamente no vuelvo a disponer de algo de tranquilidad, que normalmente dedico a ver alguna serie con mi chico y luego a leer un poco, hasta que sobre las 00:00 mas o menos me voy a la cama a dormir o a leer un poco más.

Fin de mi día, y así de lunes a viernes. Lo que significa que, si hacemos cálculos, dispongo de aproximadamente 2 horas al día para leer, y os digo desde ya que ni siempre ni cada día las utilizo para eso. Y tengo la suerte de trabajar y vivir con mi novio, porque sino os aseguro que esas dos horas serían para él. (os quiero muchísimo queridos personajes masculinos perfectos, pero por ahora prefiero al de carne y hueso)
Y luego tenemos el fin de semana, donde sin duda dispongo de más tiempo libre que aprovecho todo lo que puedo para tener una vida social: voy de compras, salgo a visitar algún sitio, hago planes con mis amigos, etc etc... Y por supuesto leo todo lo que puedo.

Así que este es el motivo por el cual este blog es el blog literario con menos reseñas de la historia. Pero os aseguro que ya me está bien así, porque tampoco quiero leer mal y rápido un libro solo porque me siento con la obligación de tener que subir más de una reseña a la semana. Disfruto leyendo, y por eso me gusta tomármelo con calma y si quiero alargar más de la cuenta un libro que no quiero que termine, pues lo alargo y tan pancha.

Espero que os haya gustado mi día a día, y si no es así y piensas que no te importa un carajo lo que hago, lo siento, a la próxima pregunta antes de entrar xD Nos vemos el miércoles confidentes, que paséis un feliz lunes.